Hace muchos años, en un pueblo portuario, existía una misteriosa barbería que se decía estaba encantada. Nadie sabía con certeza cómo apareció por primera vez ni quién era el barbero que la fundó, pero lo que todos sabían es que era un lugar muy especial.

La barbería errante aparecía y desaparecía de forma caprichosa, siempre en un lugar diferente del pueblo. Los lugareños contaban historias sobre cómo, en las noches de luna llena, podían escuchar el suave canto de las tijeras y el eco de risas misteriosas provenientes de lo más profundo de pueblo.

A la mañana siguiente dónde alguna vez recibieron el mejor servicio de sus vidas
solo queda una taberna en ruinas y abandonada, ahí dónde una vez estuvo

La Barbería Errante.